DEL PENSAMIENTO VARELIANO
...” La escuela pública, en sus condiciones
actuales, sólo sirve a las clases pobres de la sociedad; su
programa, sus condiciones y sus medios son demasiado estrechos para que puedan
satisfacer las aspiraciones naturales de las clases pudientes: éstas educan sus hijos en la escuela privada, pagando caro para recibir
una educación muy deficiente, aunque superior a la de las escuelas públicas.
Así se establece un antagonismo y un divorcio muy perjudicial entre las
escuelas privadas y las públicas; a éstas sólo deben concurrir los que no
pueden pagar el pupilaje de sus hijos en una escuela privada; a aquélla no
podrían asistir sin desdoro los hijos de las clases ricas, ya que enviar los
hijos a la escuela pública es casi hacer una declaración de pobreza, o de
indiferencia culpable por la educación de la prole.
De aquí resulta que la escuela
pública se considera como un establecimiento de caridad, bueno para los pobres,
pero nada más: partiendo de esa base no es fácil elevar ni su nivel ni su
carácter. Por otra parte, las clases
pudientes, que son, en general, las más ilustradas y las que mayores esfuerzos
podrían realizar en favor de la educación, ¿para qué se esforzarían en mejorar
las condiciones de la escuela pública si a ella no concurren ni concurrirán sus
hijos? ¿No emplean ya grandes
sumas en la educación que les hacen dar en las escuelas privadas? ¿Por qué
habrían de emplear además nuevas cantidades en el sostén de las escuelas
públicas?
Así las clases ricas no tienen más estímulo que el de la filantropía
para trabajar en el mejoramiento de las escuelas públicas: se da para éstas
como se da para los asilos de huérfanos o para los hospitales, en nombre de la
caridad, del auxilio que debe prestarse a los desgraciados, pero sin que a
nadie le ocurra que sus hijos irán a la escuela pública, como no [se] le
ocurre que irán al Asilo de Huérfanos, ni al Hospital: de ese modo falta a las
clases ricas el grande estímulo, el más poderoso, el que obra más activa mente
sobre la generalidad de los hombres: el interés propio. Por otra parte, las
clases pobres que envían sus hijos a la escuela pública, ¿por qué se
esforzarían tan poco en mejorar sus condiciones?
Cuando el hombre pobre aprecia lo bastante los beneficios de la
educación para hacer sacrificios en favor de la que deben recibir sus hijos, en
vez de esforzarse para que se mejore la escuela pública, los manda a la escuela
privada, y paga el pupilaje, siguiendo así el ejemplo que le dan los que por su
posición y su fortuna se encuentran en las alturas sociales. Hasta a las mismas
autoridades encargadas de ella llega la influencia de ese desdén con que se
mira la escuela pública: en primer lugar, sin necesidad de averiguarlo, sabemos
todos que los miembros de la Junta Económico-Administrativa de Montevideo, como
los miembros del Instituto de Instrucción Pública, no mandan sus hijos a la
escuela del Estado, aun cuando son esas las corporaciones encargadas de
administrarla y organizarla: son, pues, ellas mismas, las corporaciones que
dirigen la enseñanza, las que juzgan el nivel a que se encuentran las escuelas
públicas, y dan el ejemplo de lo que deben hacer las clases pudientes.”...
Enlaces/Links
Vida y Obra de Josepedro Varela: http://es.wikipedia.org/wiki/Jos%C3%A9_Pedro_Varela
Reforma Vareliana: http://es.wikipedia.org/wiki/Reforma_Vareliana
Museo Pedagógico José pedro Varela: