POETA, NOVELISTA, DRAMATURGO, MÚSICO DE LA INDIA
Tagore, Rabindranath Tagore, era un escritor desconocido para todos nosotros los alumnos de sexto año, sin embargo, su nombre y sus poemas fueron con el tiempo tema de conversación durante los recreos en el patio de nuestra escuela. Fué nuestra querida maestra Selva Pardo de Castellanos, Selva para todos nosotros, quien lo introdujo en nuestras vidas durante esa pequeña enorme media hora diaria que ella nos dedicaba para abrirnos las puertas del mágico mundo de la literatura universal. De su mano y a través de su suave voz llegó a nuestro salón de clase " El cartero del rey , un poema de una ternura exquisita escrito como obra de teatro. Todos esperabámos con ansiedad la media hora final del día escolar, sabíamos que llegaba entonces la hora del cuento. Muchísimos fueron los autores que conocimos gracias a nuestra entrañable maestra; todavía la veo paseándose por el salón con su túnica impecablemente blanca, leyendo y mirándonos a la vez y haciendo de vez en cuando algún alto para preguntarnos si entedíamos y si nos gustaba.
Sin más los dejo con Rabindranath Tagore
Hasta la próxima Theté
REINO DORADO - LOS NIÑOS
" En la última playa del mundo los niños se reúnen. El infinito azul está a su lado, al alcance de sus manos. En la orilla del mundo, más allá de la luna, los niños se reúnen, y ríen, gritan y bailan entre una nube de oro. Con la arena rosa, dorada, violeta en el alba, al medio día, por la tarde edifican sus casas volanderas. Y juegan con las menudas conchas vacías. Y con las hojas secas aparejan sus barcas y, sonriendo, las echan al insondable mar. Los niños juegan en la ribera del mundo, más allá del cielo.
No saben navegar, ni saben lanzar las redes. Los niños pescadores de perlas se hunden en el mar y, al alba, los mercaderes se hacen a la vela; los niños entretanto acumulan guijarros de colores y luego, sonriendo, los dispersan.
No buscan tesoros escondidos, ni saben echar las redes. Sube la marea, con su ancha risa, y la playa, sonríe con su pálido resplandor. Las ondas en que habita la muerte cantan para los niños baladas sin sentido, como canta una madre que mece la cuna de su hijo. La ola baila y juega con los niños y la playa sonríe con su pálido resplandor.
En la última ribera del mundo los niños se reúnen. Pasa la tempestad por el cielo solitario, zozobran los navíos en el océano sin caminos, anda la muerte, anda la muerte, y los niños juegan, entre una nube de oro. En la orilla del mundo, más allá de la luna, los niños se reúnen en inmensa asamblea de risas y de danzas y de juegos y de cantos "
Rabindranath Tagore
Más información sobre Tagore: http://es.wikipedia.org/wiki/Rabindranath_Tagore